Hace unas semanas en un grupo de colaboradores de Travesía100, surgió una conversación sobre la IA, el Chat GPT y los cambios digitales con los que rápidamente hemos tenido que aprender a convivir y de las cuales naturalmente se manifiestan diversas opiniones, pero que finalmente convergen en reflexiones similares, entre algunas personas.

Pero antes de profundizar en esos temas quisimos compartir una cronología intergeneracional de cambios y de experiencias tecnológicas que han sucedido dentro de los últimos 40 años y que han vivido Rosa Melnik, 70+, y Tamara Díaz, 30+, ambas colaboradoras de Travesía100.

Rosa, nació al final de la década de los 40, y desde los años 70 ha sido protagonista de varias de las transformaciones tecnológicas en Chile. Ella introdujo los computadores Apple al mercado chileno, instaló Oracle en Chile, empresa de Software y fue la primera mujer Ingeniera de sistemas en IBM, empresa multinacional en tecnología. De esas experiencias laborales, Rosa nos comenta: “Los cambios tecnológicos impactan con una enorme velocidad en nuestras vidas y hay que estar preparados para entenderlos y aprovecharlos… En la década de los 70, como ingeniero de sistemas en IBM, tuve el privilegio de instalar los IBM 370, estos eran computadores grandes, que ocupaban un piso completo, y que necesitaban instalaciones eléctricas y de aire acondicionado especiales. Estos computadores tenían altos costos. Además de instalar computadores, me especialicé en un programa que se llamaba Plancode que equivalía a las planillas de cálculo de hoy.

Esa experiencia me impulsó a que en los inicios de los años 80 consiguiera la representación y comercialización, para Chile, de los computadores Apple. De esta forma ahora las personas también podrían acceder al poder como si fuera una gran computadora, pero con formato personal, introduciendo en ellas las nuevas funciones como las planillas de cálculo, los procesadores de texto, la magia del diseño y muchas otras más. Esto marcó un antes y un después en lo que sería la revolución de la informática.”

Entonces y durante la década de los 80, mientras Rosa acercaba los cambios tecnológicos a las personas, nació Tamara, quien ha utilizado desde los 10 años las computadoras y que gracias a ellas ha explorado una nueva forma de relacionarnos en el mundo digital. Cuando comenzaron las restricciones de movilidad por la pandemia en Chile, Tamara, diseñó y desarrolló las primeras actividades virtuales para personas mayores y así inició su camino como gestora de proyectos de integración digital que han permitido acercar a muchas personas 60+ a estos cambios. De sus primeras experiencias con la tecnología Tamara nos comenta: “Los avances tecnológicos nos brindan infinitas posibilidades y somos nosotros quienes debemos explorar y utilizarlas a nuestro favor… Si bien es cierto, durante mi infancia mi mundo giraba entorno a una localidad rural, donde la tecnología tal vez no estaba tan presente, mientras estaba en el colegio, en los años 90, habilitaron una sala de computación, una gran novedad, ya que desde ese momento comenzamos a tener clases de computación para aprender a usar esta herramienta. El computador tenía una CPU, pantalla, teclado y mouse, todo por separado y estaba instalado en un lugar fijo. Cuando aprendí a usarlo, me gustaba trabajar con el paint, una herramienta que aún existe y sirve para hacer dibujos, aplicar color, poner texto, entre otras cosas simples, para los tiempos actuales.”
 

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Hace unos días, el 14 de abril, asistimos a una emocionante e interactiva Jornada sobre Adultos Mayores, citada y organizada por Voces Mayores y por las diferentes organizaciones que forman parte de ese movimiento. Al iniciar las presentaciones, alguien dijo que yo le había hecho el comentario de que, entre los asistentes, se veían muchos más jóvenes y adultos jóvenes, que adultos mayores.

Frente a esa realidad, muy positiva y estimulante, pues muestra el interés de los jóvenes por apoyar la causa de los Adultos Mayores, me pregunté: ¿Qué podría hacer o decir yo, hoy, para ayudar, aún más, a que se entienda lo que sentimos y vivimos los mayores, en esta etapa de nuestras vidas? Recordé, entonces, una conversación, que sostuvimos, hace un tiempo, con una gran psicóloga española. En la conversación, ambos avanzamos una imagen que le fascinó y que, luego, me pidió poder citarla en sus escritos. ¡Vaya honor inesperado!

Veamos: los estudiosos de los ciclos vitales, nos dicen que, hasta bien avanzado el siglo veinte, se decía que la vida, de las personas, se dividía en 3 bloques de 20 años cada uno. Cada bloque tenía un argumento o “pentagrama” relativamente conocido y repetido: el primer bloque es el de la niñez-juventud: se nace, se crece, se va al colegio y a la educación superior o a dar los primeros pasos de aprendizaje laboral y culmina con el comienzo de la vida independiente; el segundo bloque, es el del comienzo y consolidación de la vida autónoma: inicio en serio de la vida profesional o laboral, independencia económica y, en muchos casos, formación de la propia familia. El período en que “la planta echa sus propias raíces y da sus flores y sus frutos. Viene, luego el tercer y último bloque, el de la consolidación familiar y laboral, el de la madurez en que él o ella ya piensan en la culminación de sus vidas, en cuáles serán sus herencias familiares, económicas y laborales y, sobre todo, en cómo y donde será su retiro. Tres bloques en que se completaba el ciclo de vida de una persona y en que, al llegar al retiro se daba por cerrada nuestra existencia creativa familiar, laboral y, en la mayoría de los casos, vital. Hasta aquí, era una película con un argumento relativamente conocido, con un “pentagrama” repetido y en que la motivación principal era lograr los mejores resultados posibles en cada una de estas etapas, para tratar de asegurarse un buen comienzo de la etapa siguiente y un desarrollo vital que se pudiese mostrar con orgullo a sus descendientes y a los que habían sido sus compañeros y compañeras de ruta.

¡Pero…oh sorpresa! En la segunda mitad del siglo XX, comienza a alargarse la esperanza de vida y, de pronto, nos encontramos con que la vida, la naturaleza, nos regala un “cuarto bloque” de otros 20 años y que, lo más “importante”, este nuevo bloque viene sin un “pentagrama”, sin un “instructivo”.
 

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  LAS PERSONAS MAYORES EN LA NUEVA CONSTITUCIÓN

Las personas mayores deben ser tratadas como sujetos de derecho capaces de hacer un aporte a la sociedad y de alcanzar una realización personal en la etapa final de su vida. Envejecer no es fácil, pero peor es morir precozmente.
Las personas mayores son objeto de diversas formas de discriminación y de falta de cuidado y atención. Nuestra legislación ha avanzado, por ejemplo, al crear el SENAMA. Debe ahora dar un salto y reconocer en la nueva Constitución la dignidad de las personas mayores, como lo hacen muchas Cartas Fundamentales, entre otras las de España, Portugal, Colombia, República Dominicana y Paraguay.
Es verdad que la Constitución no debe ser “un árbol de Pascua”, pero sí puede establecer orientaciones generales de carácter jurídico para situaciones especiales.
Los adelantos de las ciencias biológicas y el desarrollo de mejores condiciones de vida y estándares sanitarios están produciendo un aumento de la vida de las personas, que incrementa el número de los mayores, y una prolongación de la vida activa alcanzando al 6% de la fuerza laboral. Chile se encuentra en una etapa avanzada de su envejecimiento poblacional. En los últimos 50 años la esperanza promedio de vida al nacer aumentó 4,2 años por década, actualmente alcanzando los 80 años, con un promedio de 82 años para las mujeres y 78 años para los hombres (INE, 2018). Por su parte, la población mayor de 64 años pasó del 6,6% en 1992 a 12% de la población total para el 2019, proyectándose que para el año 2050 este porcentaje se duplicará, llegando al 25% (INE, 2020).

CAVIAHUE, LA SANGUCHERÍA INCLUSIVA

Soy Alicia Catalán, tengo 66 años y soy madre de un hijo con Síndrome de Down, César de 24 años, quien fue invitado a participar en un curso de cocina dictado por SENCE en conjunto con la municipalidad de Frutillar. A partir de ello yo comencé a buscar trabajo para él y otros compañeros en el curso y me encontré con la realidad que para ellos no había oportunidades para trabajar. Me decían las empresas del rubro "necesito gente que me produzca".

Durante el curso César surgió una gran amistad con Giovanni, con su misma condición y similar edad, y juntos propusieron instalar un restaurante. Fue un año de trabajo intenso y muchos malos momentos, ya que nadie confiaba en ellos ni en el proyecto. No me di por vencida hasta que se comenzaron a abrir puertas. Tuvimos el apoyo del FOSIS y SENCE. Me capacité con Ballom Latam, institución que apoya a personas decididas a emprender, quienes fueron de gran ayuda para mí. Así logramos comenzar a trabajar el 24 de junio del 2017.

Todo fue hecho con mucha dedicación, le dije a los chicos " vamos a demostrar a todos que nosotros podemos trabajar y desarrollar este proyecto al igual que cualquier persona que se cree con más capacidad y por eso nuestros productos tienen que ser los mejores, nuestra atención a los clientes tiene que ser con mucho cariño y eficiencia".
 

PARA CUIDARNOS

8 CONSEJOS PARA MANTENER UN CEREBRO SANO

¿Qué podemos hacer para mantener nuestro cerebro sano?

• Sigue una dieta mediterránea.
• Controla la hipertensión.
• Abandona el tabaco.
• Vigila la obesidad, el colesterol y la diabetes.
• Haz ejercicio moderado todos los días.
• Cuida tu bienestar emocional.
• Mantén la actividad intelectual.
• Cultiva las relaciones.

CHACOTEO SENIOR